La noche cayó y los lugares se convirtieron en magia; la magia abrió sus pétalos de horas sabias y cada pétalo tuvo un color nacido en el corazón; el corazón cobró las formas que cada cual le quiso regalar a su ser querido; el ser querido tomó el regalo y de él brotó música, la música de las generaciones; las generaciones se reunieron en torno al fuego y contaron historias. El tiempo pareció no importar.
Así surgió el primer Año Nuevo.
Desde este rinconcito de mis ventanas os deseo amor.
Feliz 2018