Me costó trabajo descubrir cuál era el sentido de mi existencia cuando solo sentía zapatazos y lamentos. En mi infancia, ¡fui tan feliz! Guardo grandes recuerdos de ella: olor a verde, a amarillo, a violeta; tintes ámbares de resina. Me encantaba sentir a Eolo despeinando mi cabello, sujetado por un tronco cada vez más robusto.… Sigue leyendo LAS RAÍCES DEL DESTINO